La sinfonía fantástica de Hector Berlioz es seguramente la mayor acumulación de despropósitos en la historia de la música clásica. Sus cinco movimientos relatan, con todo lujo de detalle, el fracaso de un amor no correspondido y la consecuente deriva del amante frustrado.
Si bien el movimiento más conocido es el último, ambientado en un aquelarre, el cuarto tampoco es para estómagos delicados: nos hace asistir a la ejecución del héroe, condenado por el asesinato de la amada, en un crimen que hoy llamaríamos de "violencia machista". Chocantes son los macabros detalles de la ejecución en sí - la crueldad del público, la desesperación del condenado, la cuchilla cayendo y la cabeza rodando...
Por suerte, todo resulta ser una pesadilla del atormentado protagonista.
